A finales del 2010 tocábamos fondo tras la crisis del 2008, cerramos un mal año y nuestro futuro era incierto a comienzos del 2011, así que sacamos fuerza y comenzamos a tocar puertas, para crear nuevos clientes.
A primeros de febrero nos reunimos con una importante empresa del sector textil, empresa que sabe lo que quiere y es exigente en lo que pide. Nosotros estábamos dispuestos a cubrir esas exigencias, nos fijamos un objetivo y fuimos a por él.
Comenzamos formando a nuestro personal en seguridad aérea, reforzando el equipamiento con vehículos nuevos, plataformas y nos pusimos manos a la obra.
Empezamos cubriendo las salidas regulares al aeropuerto de Madrid, y eso solo fue el comienzo, ya que incrementamos el trabajo con ellos de manera progresiva.
Posteriormente necesitaron un tipo de plataforma más específica, que permitía un transporte aéreo más seguro, y de nuevo contaron con nosotros. Para ello invertimos en plataformas de rodillos y eso nos abrió la posibilidad de cubrir también las entregas al aeropuerto de Zaragoza.
Tras ese suceso, hubo un antes y un después para nosotros, conseguimos recuperar los malos números de años anteriores y superar las expectativas previstas.
Hoy en día seguimos siendo una de las empresas de transportes que sigue al pie del cañón con esta empresa.
Nos hemos ido reinventando, buscando las alternativas para cubrir las necesidades de nuestros clientes y optimizar el transporte. Nos precede el buen hacer, el compromiso y la responsabilidad con lo que hacemos.